El
espíritu de la ardilla tiene su enfoque en valorar lo que hacemos, en
ver el trabajo no por la calidad o cantidad de lo que se produce, que es
importante, sino por el beneficio que tiene para uno, para los suyos y
para la sociedad en general. Las personas deben entender que sus
trabajos aún por muy elementales que sean tienen un significado y
que este trabajo cuando se realiza con dignidad contribuye a hacer del
mundo un lugar mejor.
Cómo podemos desarrollar el "espíritu de la ardilla" en nuestra vida personal.
- Fomentar el trabajo de calidad y con significado.
- Cualquier cosa que hagamos, debemos sentir que es útil y que ayuda a hacer del mundo un lugar mejor.
- Mantener nuestros compromisos con los clientes, colegas, la empresa y con nosotros mismos.
- Internalizar que los valores son la guía de todos los planes, las decisiones y las actuaciones de nuestra vida.
- Contribuir con nuestra participación al crecimiento y a la prosperidad de nuestra empresa, comunidad, iglesia, familia a través del esfuerzo y el trabajo de equipo.
- Mostrar respeto por uno mismo y por los demás.
- Aprovechar el tiempo de verano (abundancia), para prepararnos para el tiempo de invierno (escasez).
- Animarse unos a otros en la familia, en el trabajo o en la comunidad.
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